miércoles, 11 de marzo de 2009

Apocalípsis

Lágrimas en la noche, en el ocaso de los tiempos, en la verde pradera del edén, lágrimas de desesperanza, llantos de amargura en el paraíso, sus hijos, sus desdichados hijos han sido expulsados y los padres lloran.
El ocaso de los tiempos llama, fin de una era, apocalípsis, caída del telón.
Cae, cae, cae el telón sobre tu cabeza, te decapita, te exige, te llora.
Cae la cortina sobre la vida, la penumbra se hace cargo del final, amargura, desesperación, tragedia, final.
Ocaso, perdición, se pervierte tu alma, corre, corre por los pasillos de una mente insana, quebrantada por el poder del miedo, corre niño, corre desde el fin hacia el inicio, sin cansarte, estás cerca...No caigas...No mueras.

Diez Cosas que ODIO de Ti.

Odio...Todo lo que sea ver tu mirada, feliz, desde la sombra de mi abismo, la perdición que progresa paso a paso, no quiero verte llorar, mas aún así, creo que es como debe acabar todo, con sangre, tu sangre en las manos del destino, encadenado, prisionero.
Deseo verte rogar, no promulgues la piedad, no me ruegues por ella, pues odio verte sonreir, odio todo, diez cosas, diez veces te odio más que ayer, tus ojos, la vida, el miedo, no soporto eso, te veo, sin poder encontrarte jamás.
Deseo que el destino te atrape, te encadene, te crucifique, te haga llorar por misericordia que no te entregaré, por mi piedad, así todo estará bien, aferrate a tu almohada, pues al despertar será una pesadilla, estoy aquí para traer el infierno, a tu vida, desesperanza, a tu verde, verde rostro.
Pudrirte, así te veo, te veo pudriendote, rogando por piedad, esperando misericordia, sin acceder a ella y simplemente, rio ante tu desdicha, ante la perversión de lo que algún día llegué a querer.